PSICOTERAPIA DE PAREJA

Somos seres en relación y, por tanto, dentro del mundo de la pareja hay un condicionamiento mutuo en el comportamiento de los miembros y en la interpretación que hacen de los mismos y de la pareja en sí. Para que una terapia de pareja funcione, ambos miembros deben tener las ganas y la implicación para solucionar el problema que presentan. Las sesiones de la terapia normalmente se realizarán con ambos miembros, existiendo la posibilidad de realizar alguna sesión individual, primero con uno y después con el otro.

El objetivo principal de las primeras visitas es la elaboración y/o reformulación de la demanda, o sea, el de comprender realmente cuál es el conflicto que presenta la pareja. Esto se logra con una escucha activa por parte de la psicóloga, en el sentido de que los expertos de su vida son ellos mismos. Entre todas construimos la demanda a partir del motivo de consulta.
A partir de ahí empezamos con el trabajo psicoterapéutico, con una integración de los modelos teóricos correspondientes: Humanista-Existencial, Constructivista y Sistémico.
 

Del modelo Humanista-Existencial, en el que la premisa es que cada miembro de la pareja es un ser en sí mismo, que dispone de la libertad y la responsabilidad de autodeterminar de forma particular su vida, de proyectarse en ella y de estar en el mundo, es interesante averiguar lo que puede tener que ver el problema que presenta la pareja con el proyecto vital de cada uno de ellos, también entender su visión del mundo, de la vida y su realidad.

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Según el modelo Constructivista, la realidad es una construcción individual, producto del esfuerzo por dar sentido a los eventos. Desde esta mirada es interesante conocer sobre la base de qué dimensiones interpreta cada una la vida y cómo cada miembro construye el problema concreto que les lleva a terapia.

Desde el modelo Sistémico descubriremos los juegos (roles) relacionales que tienen establecidos cada miembro de la pareja, si existe más bien una relación de simetría o de complementariedad entre los miembros. Será importante conocer en qué momento del ciclo vital están, cuáles son los modelos que cada uno lleva de su familia de origen y cómo esto puede relacionarse con su problema actual.

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Las sesiones de pareja son de duración de 1h y 30 min. de regularidad semanal o quincenal, según necesidad. En el espacio entre sesiones se practica lo que trabajamos durante la sesión.